"Hemos tenido tres o cuatro
ocasiones muy buenas, por no hablar de las otras cosas", contestó José
Mourinho el miércoles cuando le preguntaron si, tras el gran partido del Madrid
en el Camp Nou, ya había encontrado la fórmula para destronar al Barça. Con
"las otras cosas", Mourinho se refería a los errores arbitrales. Pero
resulta que hay más otras cosas de las que puede tomar nota. Mientras el
entrenador decía que no cuando le preguntaban si se había equivocado de
estrategia en la ida, sus jugadores no tuvieron ningún problema en reconocer
que habían encontrado el camino.
Es
el camino más sencillo: el del fútbol. Es tan fácil como juntar a Özil, Kaká,
Cristiano con Higuaín o Benzema. Todas las veces que Mourinho ha optado por los
jugadores con buenos pies ha combinado más y ha llegado más al área rival. El
miércoles apretó al Barcelona como nadie había hecho: remató el Madrid 14 veces
(cinco a puerta y una al poste). Mucho más, por ejemplo, que cuando Mou ha
recurrido al trivote, poblando el centro del campo de currantes en
vez de talento. En el clásico de ida, sin ir más lejos, el Madrid solo disparó
a puerta una vez: en el gol de Cristiano (además de otro tiro al poste).
De los 10 clásicos disputados por el
técnico portugués, los que más posesión de balón registraron fueron el del
miércoles (41,2%), y la eliminatoria de Supercopa (43% en la ida, 42% en la
vuelta). Los que más remates registraron también fueron esos tres (16 y 7 a
puerta en la ida y 15 y 7 en la vuelta). Esas eliminatorias las jugó Mourinho
con Di María, Özil, CR y Benzema. El miércoles no estaba Di María, le sustituyó
Özil escoltado por Kaká. El Madrid sumó 334 pases buenos (el récord estaba en
306). Es el camino del fútbol.
Artículo original www.elpais.com
Peña Madridista El Esparto
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