Duelo por el trono europeo

Por ser aficionado al fútbol, no puedo sustraerme a escribir y opinar sobre el partido de fútbol Real Madrid v Barcelona. Las espadas están en alto y cualquiera de los dos equipos puede ganar.
Mourinho ha encontrado su forma de jugar al Barcelona de Guardiola: sólo tiene que permanecer fiel al mismo… y esperar. El futbol, es un deporte de cierta complejidad. Intervienen factores como el árbitro y no se ve con malos ojos el engaño, la trampa y la simulación. Esto hace que el azar tenga un peso considerable en el resultado. De ahí que los haya inesperados, lo que los expertos suelen resumir con una divertida tautología: “futbol es futbol”, dicen con aire de estar iniciados en los “misterios”. En consecuencia, es difícil hacer un diagnóstico. En la medida en que los equipos jueguen de forma semejante a como lo hicieron el pasado miércoles, me inclino a pensar que finalmente se impondrá la fuerza, pero también cuenta la maña o sea la técnica.

Es evidente que los hijos se parecen a sus padres -malo si no fuese así-, por eso los equipos juegan como quieren sus entrenadores. El Real Madrid juega con fuerza e impetu, primacía de fuerza física, transiciones rápidas y busqueda de la portería con rapidez sin contemplaciones. El desborde del uno contra uno y las salidas desde la media será lo que caracterice al Real Madrid, intentando sorprender la defensa del Barsa. Psicologicamente Mouriño representa en su vida esta actitud, como entrenador de futbol -como persona no lo conozco y no viene al caso-, sus actitudes y declaraciones son directas, primarias sin perífrasis ni ambajes. Dice lo que piensa, pero también piensa lo que dice. Bajo la apariencia de esa actidud primaria se esconde un profesional que trabaja, estudia y elabora la preparación de los partidos, sin dejar nada al azar. Es meticuloso y perfeccionista. Todo lo quiere tener bajo control. Es muy dificil sorprenderle. Su capacidad motivadora es digna de elogio y debería ser estudiada por los expertos en Psicología: Es un don natural, cuyos frutos los está recolectando el vestuario.
Sus ruedas de prensa no están al margen de lo dicho: No da puntadas sin hilo. La efectuada ayer martes es un modelo de calentar y empezar el partido, intentando llevar a su terreno al oponente. Otra cosa es estar de acuerdo o no con sus métodos desde un punto de vista ético-moral. De lo que se trata es de apabullar al contrario y como en la guerra , todo es válido.
Guardiola es un entrenador extraordinario: Elegante, sarcástico, educado y muy inteligente. Tiene un dominio personal para saber estar, digno de elogio. Es muy dificil hacerle perder los nervios. Su equipo juega como él quiere: Al toque, con dominio de espacios y rapidez en diagonales sobre la defensa contraria. Cuando el Barsa toca y toca, parece una orquesta donde cada músico sabe sonar su instrumento de forma magistral. Algunas veces dan la sensación de distraer el balón con infinitas combinaciones geométricas, pero cuando menos te lo esperas ya está el balón en la red. Se trata de un ejercicio de apariencia, engaños y malabarismos propio de unos jugadores virtuosos, que triangulan y se desmarcan como nadie para sorprender al contrario. Saben ocupar el espacio del campo ahogando desde la defensa adelantada, acortando el terreno de juego para hacerlo más corto y ejercer una presión insoportable para los oponentes. Pero lo más sorprendente, es el cambio de ritmo en los últimos metros, a una velocidad endiablada, propia de virtuosos del balón. 
Hoy todo el mundo estará pendiente de la televisión, para ver un espectáculo impresionante, quizás de los dos mejores equipos de futbol del mundo: !Que gane el mejor!