Una liga perdida hace mucho tiempo

El sábado pasado muchos madridistas se acostaron con el sabor amargo de haber perdido la liga. No es cierto: La liga se perdió mucho antes, cuando a lo largo del torneo no se supo o no se pudo seguir la estela del Barcelona. Ahora, a posteriori, aparecerán los profetas de siempre repartiendo culpas y descalificaciones. No seré yo uno de ellos. Trataré de analizar con la máxima objetividad las causas que han dado lugar estos efectos.

 

En primer lugar, el fútbol es un juego y como tal hay que entenderlo. También es un deporte y como tal tiene unas reglas que se aplican por unos árbitros que como humanos tienen la posibilidad de equivocarse, y de hecho lo hacen, sin que haya intención expresa de hacerlo. Viene esto a propósito de las consabidas críticas al “villarato”,-palabra creada por los periodistas del periódico AS- de la manipulación que sufre la liga por parte del estamento arbitral. Personalmente no creo en la mala fe de nuestros árbitros, simplemente se equivocan aunque a veces parezca que lo hacen en la misma dirección. Nuestros árbitros son profesionales y hacen su trabajo de la mejor manera posible. Arbitrar no es fácil y cada uno ve las cosas de diversas maneras. Hay estudios muy bien hechos por parte de psicólogos que estudian los campos perceptivos y sus deficiencias y habría que estudiarlo en profundidad, aunque aquí no es el momento ni el lugar. La celeridad en las que acontecen las jugadas, hace que se cometan numerosos errores en los fueras de juego, los diferentes ángulos de visión inciden en aplicación o no de una u otra falta, los jueces de banda, el pinganillo, etc, todo es una suma de aspectos no desdeñables que hay que tener en cuenta. Todo esto no es contradictorio con ciertas decisiones tomadas últimamente por los árbitros difícil de entender. Refiriéndonos a los últimos acontecimientos de la pasada jornada, en el partido Real Madrid-Gijón, se anuló un gol al Madrid porque había salido el balón: No hubo repetición en la televisión que demostrara esa decisión. Sin embargo el gol de Piqué se ayudó con el brazo el acomodo del balón, y qué casualidad, todo el campo lo vió excepto el arbitro. ¿Lo hicieron a propósito? ¿Hay una mano negra en la Federación que persigue al Madrid? Pruebas no hay, y los arbitros tienen el derecho a la presunción de inocencia, hasta que no se demuestre lo contrario; así lo declara nuestra Constitución. Mi opinión personal es que se equivocan y lo hacen más contra el Madrid que contra el Barcelona. Los hechos así lo confirman.

En segundo lugar, alguna responsabilidad tendrá el entrenador José Mourinho. Efectivamente, la no presencia de Cristiano Ronaldo en el terreno de juego es un debe de Mourinho. En el partido Real Madrid – Lyon con dos a cero, teniendo la eliminatoria a su favor, debió haber cambiado a Ronaldo en el segundo tiempo y posiblemente no se hubiera lesionado. Ya sé que las malas lenguas lo explican para que no viajara con Portugal, pero para mí es rizar el rizo. Tampoco la participación de Cristiano Ronaldo contra el Sporting hubiera significado la victoria del Madrid. De todos modos, la gota que ha colmado el vaso de la pérdida de la liga, ha sido este partido último, pero anteriormente se han jugado 31, demostrando la regularidad del Madrid pero menos que el F C Barcelona, y la liga la gana el más regular. La temporada de nuestro equipo es de campeón, pero ha coincidido con el mejor Barcelona de la historia. Y esto es incontestable, porque a la postre los errores afectan a todos por igual. Ya me gustaría que no fuese así, pero lo cortés no quita lo valiente.

 

Terminar mi comentario animando a los madridistas a no perder la esperanza y centrar nuestro esfuerzo en la Copa de Europa -la nuestra-, y en la Copa del Rey. Jugando lo mejor posible en la Liga para no deteriorar los resultados de los demás equipos, y porque el Real Madrid debe conservar su prestigio por encima de todo. !Animo madridistas, lo mejor está por venir! ! Nos esperan tiempos de gloria: la Copa y la Décima están mas cerca que nunca!.

 

 
Antonio González Padilla