Chamartín se quedará con las ganas de pitar a Xabi Alonso; aquel al que tanto aplaudieron. Deja el Real Madrid para irse al Bayer de Pep Guardiola. El Madrid devorador de leyendas nunca ha permitido que sus ídolos -inmortales como los dioses- manifiesten sus debilidades aunque sean víctimas del tiempo. Los héroes mueren en el campo de batalla con las botas puestas; así han de ser recordados por sus seguidores. No sólo hay que saber jugar, sino saber retirarse a tiempo. Así ha sido siempre para los aficionados de uno de los club más exigentes del mundo. Las botas no se pueden arrastrar a ras de hierva, si no es para cortar una jugada o pasar un balón a más de cuarenta metros. Esto y algo más hacía Xavi Alonso, el estratega, el alma del entrenador en la cancha, el líder, aquel por el que pivotaba el juego del Madrid, sacaba la pelota, daba racionalidad a los espacios, descongestionaba una parcela sobrepoblada con pases milimétricos al pie...Sus contrarios lo sabían; le acorralaban, le cubrían la salida del balón, conocían que el Madrid se armaba desde atrás y trataban con todos los medios ahogar el eje central del juego, sabedores que, cortado el cordón umbilical, la fluidez del juego madridista moría en el intento. Leía las jugadas antes que sus contrarios, se anticipaba a todos gracias a su inteligencia innata. Elegante en el juego como en la vida. Un ejemplo a seguir en tiempos donde faltan referentes que imitar; honesto con su club como con su familia. Un esposo y padre modélico, equilibrado y ponderado que ha sabido separar la fama de una estrella como profesional, con su vida privada familiar, envidia sana de tantos. Hay muchas razones por las que un jugador se marcha de un club de fútbol; unos lo hacen por dinero, movidos por una sana ambición profesional legítima por prosperar -que no por codicia y egoísmo-; otros, porque no pueden soportar la presión psicológica y el desgaste consiguiente que implica la pertenencia a un equipo ganador como es el Real Madrid; Y, finalmente otros, por honestidad consigo mismos, anteponiendo valores profesionales altruistas a los personales, fruto de un análisis y una reflexión. Este es el caso del tolosarra: "Han sido cinco años maravillosos. Es un día triste por una parte, porque cierro una etapa maravillosa, he disfrutado mucho estos cinco años. Hemos conseguido la Décima, se abre una nueva etapa para mí. Ha sido la decisión más complicada de mi vida, salir del Madrid nunca es fácil. Quería ser honesto con el club y conmigo mismo", ha proseguido el vasco en su discurso de despedida. Xabi Alonso, un jugador honesto consigo mismo, que no es poco.
Peña Madridista El Esparto